Claro que yo no soy una simple víctima.
Alguna vez también fui victimaria.
Laura era compañera de trabajo. De esas compañeras que de a poco se volvieron amigas. Digamos que a veces, nuestra relación traspasaba la oficina.
Ricardo era el novio eterno de Laura. Llevaban 8 años juntos. Ricardo era (y es) un bala perdida, un bohemio. Un enamorado de las mujeres (de todas). Un tipo que vivía de rentas, y por ende, se dedicaba al "arte" (si por Arte se entiende tallar mujeres desnudas en madera, por ejemplo).
Un día me emancipé y me mudé. Laura no podía (ya ni recuerdo porqué) venir a darme una mano, y mandó a su novio eterno-hippie a darme una mano.
No voy a entrar en detalles. Sólo puedo decir que esa noche terminamos a orillas del Río, mirando el horizonte, hablando de bueyes perdidos.
Y en un momento me besó.
Y a mi me gustó.
Y a partir de ahí me convertí en una especie de amante del novio de mi amiga/compañera de trabajo.
Soy una basura, lo sé.
Pero sepan que tuve mi muy merecido castigo.
Casi me dejan pelada, y en mi rostro lucí algunos moretones y demases.
Algún día voy a ampliar. (si es que a alguien le interesa).
En realidad, ésta historia merecería un blog aparte.
Va con onda... pero japuta!!!
ResponderEliminarjajaja
Y si es interesante, amplia!
Claro que interesa... me gustan las historias de esas muy personales pero que dejan enseñanzas.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog.
Petardo: japuta es poco! Y lo se. Es el mayor error de mi vida.
ResponderEliminarUn (Tipo): Gracias por pasarte. Mis relatos no llegan a los talones de los tuyos, pero en cierta forma, me ayudan a exorcizar tantos malos recuerdos. Los dejo ir de a poco.
Cariños.
Vamos de a poco, Mary, es un placer leerte de nuevo...
ResponderEliminarEn esta vida, uno hace lo que manda el Corazón, todo lo demás es Verso...
...el error es racional y eso viene después....
Beso.