- No volver a festejar un buen día. Primero, porque así deberían ser TODOS los buenos días. Segundo, porque trae mala suerte.
- Levantarme y agradecer todos los días, porque los seres a los que amo están bien.
- Manejar con más cuidado, prestar más atención, y nunca pero nunca jamás volver a usar el celular mientras manejo (Aclaro, lo hice sólo un par de veces).
- Valorar más lo que tengo, y no vivir pensando en lo que NO tengo (aún).
- Decirles a esas enanitas divinas más seguido cuánto las amo.
Hasta ahí, lo más general, ahora, lo más puntual:
A vos, pedazo de una tarada descerebrada, pedante, mal bicho. Lamento no te hayan quitado (aún) el registro.
Si me ves, empezá a correr, rápido, MUY rápido.
Comprá provisiones y no salgas de tu casa por, al menos, tres meses.
Cuidá bien de tus hijos, no sea cosa que les pase lo mismo que vos le hiciste a la Princesita Mayor.
A vos, pedazo de imbécil.. ¿En qué estabas pensando cuando te llevaste puesta a una nena de 9 años?
¿Qué mierda tenías que hacer que no podías esperar 10 segundos?
¿Vale la pena mentir por ahí diciendo que la culpa es de la niña y no tuya?
Sabelo, estoy que trino, y si te agarro, no sólo te dejo pelada, sino que además, te arreglo esa nariz de pájaro con la que naciste, y te la dejo chata, chatita! Vas a parecer Michael Jackson.
Agradecé que "sólo" le quebraste una pierna. Porque sino, yo iba a parar a la cárcel, pero vos... VOS no contabas el cuento.
Estúpida! dejá el coche estacionado, y arrancá caminando. Asesina en potencia.
Para vos, mi Princesita de cuentos: Sos de buena madera, y te vas a recuperar pronto.. prontito!
Vas a volver a tus clases de ballet. Vas a volver a correr, vas a seguir brillando, aún con ésa férula espantosa.
Para vos mi vida, ésto es para vos: TE AMO!
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