Locos que se animan a leerme

lunes, 31 de agosto de 2009

El Primero

Alvaro

La primera vez que lo vi, casi pierdo las medias.  Fue en casa de  una amiga en común.  Yo estaba de novia por primera vez en la vida, y no se me pasaba por la mente mirar a otro hombre que no fuese el susodicho de turno (de él me voy a ocupar en otro momento.. y ya entenderán porqué no lo considero el Primero.. aunque en la práctica lo haya sido).


Era una mezcla de deportista, modelo, hombre con mundo.  Hoy me doy cuenta que nada de eso era cierto, pero yo lo veía así.



El susodicho de turno (o sea, el primero que no fue el primero) era un tipo hiper celoso.  La primera vez que me fue a buscar a casa de mi amiga, y vio a EL PRIMERO, fue rotundo:  "Mientras sigas de novio conmigo, no quiero que NUNCA MAS le dirijas la palabra a "ese", entendiste?"


Me quedé muda. 


Por supuesto que no le hice caso, y lo seguí viendo.  Es más, yo misma propiciaba esos encuentros.

Pasó el tiempo, mi novio de turno pasó al olvido, y ahí comenzó una tierna, loca, pasional, pero por sobre todo, DAÑINA relación con Alvaro.


El siempre tuvo la misma novia, con la que dejaba y volvía un par de veces al año.  Pero conmigo tenía "algo" que no se podía definir.  Él me atraía, yo lo atraía, pero no nos atrevíamos a nada más.  Hasta que un día, sin saber ni como, me besó!!

Jamás me voy a olvidar de esa noche.  Volví a casa caminando entre nubes.. me había besado! y había sido la sensación más maravillosa que jamás había sentido.  Por primera vez en la vida, sentía que el cuerpo me estallaba de alegría.  Conocí las famosas "mariposas" en la panza.

Lo que sucedió luego es más gracioso aún:  yo estaba sola en mi dormitorio provisorio.  Mis padres estaban en plena reforma de la casa, y yo había ido a parar a una habitación fuera de la casa, que era mi refugio, mi todo.  Se podía acceder a ella atravesando la casa, o por el patio del costado.

Allí estaba yo, sola en mi mundo, recordando una y otra vez ESE beso que me había dado.  Soñando con las próximas veces, ensayando incluso, futuros besos.  Derrepente.. se abre la puerta de mi dormitorio, y entra como una loca Luisa, una de mis amigas, con cara de susto, y un matacucharachas en spray en la mano.

¿Se imaginan?  TRES de la mañana de una noche de primavera.  Y mi amiga ahí, con cara de pocos amigos, y con el Raid en la mano.  Y yo, soñando con los ojos abiertos.


La charla fue así:

... se abre la puerta... entra mi amiga:


Yo:  hola!


Luisa:  que hola ni hola! no sabés lo que me pasó..!!!!


Yo:  ahhh!  (con cara de boluda, seguro)


Luisa:  pero.. a vos que te pasa?  tenés una cara de boluda importante, y para borrarte la sonrisa te van a tener que operar.  No me digas que...


Yo: siiiiiiiii!  estuve con EL y me besóoooooooo!!!


Luisa: ehhh!!! enserio??


Abrazo de amiga interminable, igual a cuando los hombres festejan un gol de su equipo de fútbol, en el minuto 44 del segundo tiempo.


La historia es larga, y seguirá en algún otro post.


Solo quiero aclarar que mi amiga estaba sola en su casa, que era cerca.  Escuchó ruidos en el techo de su casa, cazó el Raid, y salió en busca del ladrón, con el arma mortal en la mano.


Cuando vio a un tipo que la doblaba en tamaño, que saltaba de techo en techo, sólo atinó a correr hacia casa, olvidándose de su tendencia a actos heroicos.  Gracias a Dios...






hasta la próxima..

1 comentario:

  1. Claro que la historia siguió, y no fue tan dulce ni fantástica como ese primer beso.

    Más bien fueron siete (si, SIETE) años de idas y vueltas, de torturas y dulces.

    Pero eso es harina de otro costal..

    ResponderEliminar

Decí lo que quieras..