Locos que se animan a leerme

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Favorcito

Esto nada tiene que ver con el blog en sí.

Creo haberlo dicho ya, pero hay varios blogs que sigo.  Uno en especial, es Men in Blog (MIB).

Este blog está nominado a Mejor Blog de Humor en los premios bitácoras.  Este año TIENEN que ganarlo sí o si.  Votarlos es medio engorroso, pero una vez que uno lo hace, siente algo así como un orgasmo (mentira marketinera)

Dale, no seas mal@ y dame una mano con esto.  Votalos haciendo click aqui:  Votar a MIB

Gracias!

PD: Date una vuelta por el blog y reclamá tu premio.  Yo ya hice lo propio :)


Fin de la era Ricardo

Casi no lo dejé hablar ¿para qué?

Sin dar demasiadas explicaciones, le dije que el asunto así no iba más. Esbozó un par de excusas, promesas de cambios, ideas de vida juntos, etc.

Por primera vez en mucho tiempo, veía las cosas con claridad. Por fin, la cortina se había corrido, y podía ver hacia adelante sin que nada interfiriera.

Luego de meter las pocas cosas de Ricardo en una caja (cepillo de dientes, algún que otro libro, algún CD y poca cosa más), lo vi irse, cabizbajo y mirando hacia atrás cada tanto, con la esperanza de verme llorar, o ver aunque sea un gesto de arrepentimiento.

No fue así, lo que sentí al verlo ir fue ALIVIO.

Con el correr de los días, mi decisión se hizo más firme. Tuve sobre la mesa los hechos acontecidos en los últimos meses. No lo podía creer! como yo, una mujer independiente, de 25 años, con un trabajo y vida estable, había permitido que mi vida girara en torno al caos?

Empecé a tener noches normales, a leer más, a escuchar la música que a MI me gustaba, a salir con mis amigas. En fin, a tener la vida que más o menos tenía antes de Ricardo.

Y esa vida me gustaba y me llenaba cada vez más.

Por primera vez en mucho tiempo, podía decir que vivía en PAZ.  Y todo aquello que alguna vez sentí por Ricardo, parecía haberse esfumado mágicamente.

Ya no había ningún hombre equivocado en mi vida.  Al fin, era feliz con mi soledad.












lunes, 12 de septiembre de 2011

Más de lo mismo..

Laura ya era historia, me había encargado de ponerla en su lugar, y si todo salía bien, no iba a volver a molestar.

Mis días con Ricardo transcurrían más o menos bien.  Por ese entonces yo tenía mucho trabajo, y por ende, en la semana lo veía poco y nada.

Por ese entonces no existían los mensajes de texto.  Sí los celulares, que sólo se utilizaban para hablar, o a lo sumo, para jugar el jueguito de la vívora, y ocasionalmente, utilizarlo como linterna.
Un jueves a la noche, tipo 11PM suena mi celular, y el identificador me muestra un número (para mí) desconocido.  Atiendo el teléfono, sin siquiera imaginar lo que iba a tener que escuchar.

Del otro lado, una persona que decía llamarse Andrea.  Se presentó como la "otra" novia de Ricardo. Sí, la otra... ¿eso significaba que yo era la Novia número 1?  Hasta ahora no le habíamos puesto rótulos a nuestra relación, pero sí hablabamos de exclusividad.

Resumiendo:  Andrea me contó pormenores de su relación (que a mi no me interesaban saber) y se descolgó con lo siguiente: 
Andrea:  "Sinceramente no se que hace Ricardo contigo, porque según me cuenta Laura (¿? la ex ex tiene relación con la segunda novia?) vos no sos flaquita, ni tenés buen cuerpo..."

No se qué me pasó, pero sólo atiné a decir:  

Yo:  "No se.. estemmm, vos a qué te dedicás?"

Andrea:  "Atiendo un local de ropa interior en la Expoferia".  (N de R: la expoferia es la versión yorugua de la Salada).

Yo:  "Ahh.. estem... bueno, mirá.  Si en algún momento pierdo el laburo y necesito vestirme con ropa de cuarta, me doy una vueltita por la expo.  Gracias por el dato.  Por lo demás, gracias a Dios soy más que un cuerpo bonito (será de Dió! yo también tengo mis encantos!!).  Pero básicamente, no me interesa ponerme en el papel de pendeja boluda para ver quién es más linda que quién.  Yo no busqué tener una relación con Ricardo, la tengo gracias a su insistencia.  Y en todo caso, las preguntas que tengas al respecto, hacécelas a él, si es que realmente lo conocés y salís.."

Andrea:  "no, pero yo quiero entender, porque yo soy modelo, y todo el mundo se da vueltas en la calle a mirarme y decirme cosas, y ...."

Tu! tu! tu!

Corté la comunicación y no atiné más que a llenar la bañera, tirarle sales, jabones perfumados, etc.  Poner mi CD favorito, y encerrarme en el baño a tratar de digerir lo que había pasado.

Cuarenta minutos más tarde, cuando ya casi era medianoche, salí de ahí decidida:  Este hombre me traía más dolores de cabeza que satisfacciones.  No iba a pedir explicaciones, no las necesitaba.  Sólo quería un poco de paz, de coherencia, de felicidad.  Definitivamente, siguiendo a su lado, no la iba a tener.

Agarré el celular y disqué el número de Ricardo, ésto tenía que terminar YA.